La reforma en madera de un chalet en El Escorial

Marisa Alcore Marisa Alcore
Loading admin actions …

San Lorenzo de El Escorial es un municipio situado a menos de 50 kilómetros de Madrid y conocido por el Monasterio de El Escorial y el Valle de los Caídos. En el casco urbano de una de las colonias residenciales históricas que podemos encontrar en esta población se encuentra una antigua casa de madera que ha sido recientemente reformada por el estudio Henka Arquitectos. 

Su exterior es cálido y elegante, pero no es lo más sorprendente. En su origen este edificio fue proyectado como una pequeña vivienda de guarda de fábrica ocupando un solar en esquina con fuertes restricciones normativas. Los propietarios de esta construcción buscaban rehabilitar y ampliar la vivienda de tres plantas para vincularla con el jardín arbolado exterior y elevado. Para conseguir este objetivo, se modificó la distribución interior y se añadió un volumen que construyera una sutil transición con el exterior. 

Os contamos los detalles a continuación. 

La primera impresión

Tiene tres plantas, aunque una de ellas se encuentra enterrada parcialmente. Desde la calle, los frondosos árboles esconden el edificio a medias y no permiten que su tejado a cuatro aguas se asome. Solo visualizamos un muro de piedra cubierto de hiedra y un volumen revestido de madera que intenta acercarse a su entorno a través de su materialidad. Es precisamente este volumen cálido, construido con sencillez y líneas rectas, el que amplía la vivienda construyendo esa vínculo entre el jardín y el interior. Además de dos ventanas que iluminan al dormitorio principal ubicado en esta altura, en esta fachada se encuentra la gran puerta que da acceso al garaje.

Antes de la reforma

Antes de convertirse en un cálido chalet tenía un aspecto diferente. Esta antigua casa de guarda presentaba un estilo tosco y anticuado. Su diseño, además, no permitía que la casa se relacionara con su entorno natural. Como vemos en esta imagen, una pequeña ventana protegida por rejas y una puerta abrían al jardín, al cual se accedía por unas escaleras. El chalet no sacaba provecho de su privilegiada parcela y se cerraba en sí mismo. Este fue uno de los retos a resolver en la intervención. 

Resolviendo el problema

Para resolver esta falta de relación entre vivienda y jardín se optó por dignificar la terraza y suavizar el acceso a ella. Con este propósito se construye una plataforma sobre el jardín dando forma a una terraza previa elevada. Se equilibra la diferencia de altura entre la casa y el terreno: ahora un perímetro escalonado nos conduce a la zona verde. Habiendo resuelto su acceso, ¿cómo podía la casa abrirse a esta zona? Esa ventana pequeña que veíamos en la anterior imagen no era suficiente. Esta es la razón de ser de ese volumen de madera del que os hablábamos, que en esta fase de la obra aún era un esqueleto metálico. 

El resultado

Una vez terminada la obra, el resultado fue este: la plataforma de ladrillo se revistió de madera dando un toque cálido y haciendo que esta nueva estructura se integrara en su entorno. De la misma materialidad se cubrió el volumen anexionado a la casa persiguiendo el mismo propósito y dando unidad a la parte de obra nueva. Grandes ventanas permiten que esa nueva zona interior se abra completamente al jardín y esté en contacto visual contínuo con el exterior. El resto de terraza puede emplearse ahora como la zona de estar de la temporada estival. 

Vista de frente

Este nuevo volumen de madera es indudablemente un recurso perfecto para vincular la casa con el jardín. Materialidad y forma hacen que ahora la vivienda abrace al espacio exterior y se una a él gracias a su materialidad. 

El nuevo salón

Este volumen añadido es ahora el salón de la casa, y esa pequeña ventana con rejas una gran fachada de vidrio de suelo a techo que abre una espectacular panorámica sobre el paisaje: el jardín de secuoyas centenarias y castaños de la India. Ahora, es el nuevo salón de la casa disfrutando de una iluminación natural de película. Además, otra de sus peculiaridades es que puede abrirse a la nueva terraza a través de una puerta corredera de vidrio, que hace desaparecer el límite entre dentro y fuera. Al igual que pasa en el jardín, en el interior también encontramos un juego de desniveles que crea diferentes escalas en las distintas habitaciones. 

La obra interior

Además de la obra exterior, también el interior fue reformado para conseguir un aspecto más acogedor y moderno. Se cambió la distribución para sacar más provecho a la superficie. En planta intermedia, la que vemos en esta imagen, corresponde al nivel público acogiendo a la amplia y fluida zona de día, la cocina y un pequeño aseo de cortesía. Se mejoraron las instalaciones, la escalera y los tabiques interiores dándole al interior un paisaje más homogéneo con un tono claro como protagonista. 

La nueva buhardilla

En última planta encontramos la buhardilla, un espacio antes desaprovechado que tras la reforma se ha convertido en un lujoso dormitorio doble. Madera como pavimento, acabados uniformes y una nueva banda de servicios, que hacen que este lugar sea completamente funcional: un vestidor y un pequeño cuarto de baño integrados en un muro sin obstaculizar la superficie.

Esta reforma ha conseguido actualizar este chalet, paliar sus problemas y conseguir que casa y jardín funcionen simultáneamente.

¿Interesado en más reformas?

Reformas: cómo sacarle más partido a una vivienda

4 reformas integrales de cocinas

Need help with your home project?
Get in touch!

Highlights from our magazine