El Salón Moderno que se Roba las Miradas de este Apartamento

El salón es una explosión de vitalidad gracias a la combinación de colores neutros como el blanco, el gris y el marrón junto con una pared en verde pistacho que es la que llena de energía este interiorismo. Esta sala de estar se ha diseñado como el corazón de la nueva casa, y en él hay espacio tanto para el salón, como para el comedor, pero también para la cocina e incluso el vestíbulo de entrada. Aquí cada área tiene su espacio, delimitado por la disposición de los propios muebles.

Una de las claves del diseño del salón es la pintura de las paredes en colores fuertes, como el gris oscuro y el verde pistacho, que hacen contraste con las superficies blancas de la estructura, techo y suelo claro laminado. También el sofá blanco juega a combinar el verde a través de sus cojines. La pared gris contiene además un grandísimo vano que nos conecta con la terraza a modo de pantalla panorámica, permitiendo ampliar, visualmente, el espacio del salón y extenderlo hacia el exterior.

Como ya adelantábamos al principio, la decoración de esta vivienda está formada por muebles que ya estaban en la casa y que eran recuerdos familiares, y por otros nuevos, deseo expreso de los actuales propietarios que querían renovar la imagen del apartamento y dotarlo de frescura. Por eso vemos combinaciones como la mesa de madera del comedor, junto con varias sillas de policarbonato diseño de Philippe Starck.

Para separar unas zonas de otras en viviendas pequeñas, es mejor evitar grandes particiones interiores, o altos y pesados muebles. En sustitución, se pueden usar alfombras, estanterías, o pequeños muebles como este aparador, que separa la entrada del salón. Se ha ubicado a espaldas del sofá para no dejarlo desnudo y tiene la función de dividir zonas, pero también sirve para guardar todo tipo de cosas, e incluso como expositor de objetos de decoración.

Hasta ahora no habíamos podido ver dónde se ubicaba la cocina. Ésta forma parte del mismo espacio diáfano en donde hemos visto el salón, y el comedor, y se sitúa a continuación de este último. Una de las paredes laterales, pintada en gris oscuro, al igual que el fondo del salón, destaca fuertemente la combinación de muebles blancos que la forman: una encimera, muebles altos y una barra de desayunos. La mesa de madera del comedor añade ese toque de calidez tan necesario en espacios domésticos.

En esta otra fotografía vemos que la cocina tiene justo a su lado una gran cristalera que abre hacia la terraza. Por este motivo entra gran cantidad de luz natural. Además, es muy cómodo organizar comidas en el exterior, ya que no hay mucha distancia para salvar y llevar los platos. A un lado de esta cristalera se encuentra la mesa de comedor, y al otro, una barra con varios taburetes pensada para hacer comidas rápidas, pero también para que funcione como límite entre la cocina y el resto del salón comedor.

En la decoración y el diseño del dormitorio se vuelve a apostar por el uso de los colores fuertes para crear atmósferas especiales. En este caso se ha elegido el azul petróleo para pintar la pared del cabecero y así contrastar con el resto de superficies claras. El efecto es inmediato. No solo se consigue dar un toque de frescura y modernidad, sino también crear un ambiente relajado, ya que el azul es uno de los colores más tranquilizadores, y por ello, más idóneos para los dormitorios.

Nos despedimos con la imagen del cuarto de baño, mucho más sobria que el resto de habitaciones. Aquí se ha optado por una ausencia de colores vivos, pero en contraposición, el blanco y el negro es el binomio que lo invade todo, creando un ambiente muy elegante. Vemos ambos colores en superficies de distintas texturas, como el suelo continuo de resina, los azulejos de la ducha, o las paredes lisas en blanco. Esto aporta varios matices que enriquecen el diseño.