​Cuidados básicos y económicos para tu jardín—9 Consejos

Armando Cerra Armando Cerra
Koiteich in Marburg, Kirchner Garten & Teich GmbH Kirchner Garten & Teich GmbH Modern garden
Loading admin actions …

Los consejos que os vamos a dar en las siguientes líneas son tan sencillos como los cuidados que requieren las plantas. Si nos paramos a pensarlo para que disfrutes de tus plantaciones de flores, e incluso de tu zona de huerta, tan solo hay que atender a la alimentación de las plantas. Es decir, a sus condiciones de suelo, al riego de agua y a su insolación. Y para que os preocupéis de esos aspectos os damos aquí las siguientes claves.

​Quitar las malas hierbas y cortar la maleza

Para aprovechar al máximo todas las propiedades y el alimento que supone ese abono, hay que conseguir que todos esos nutrientes enriquezcan el suelo y sirvan preferentemente para que se desarrollen nuestras plantas y flores. Si en nuestro jardín, junto a lo que nosotros plantamos aparecen otras plantas, en general las podemos llamar malas hierbas, y si no se controlan, no dudéis que se acabarán convirtiendo en espesa maleza, que obviamente acaban quitando mucho del alimento del suelo las plantas que sí que queremos que crezcan. O sea si no nos preocupamos de ir quitando las malas hierbas, más tarde será necesario podar la maleza.

Conoce el tipo de suelo

El primer paso es saber qué tipo de suelo tienes en tu jardín. Sin entrar en conocimientos muy profundos, básicamente el suelo va a ser arcilloso, limoso o arenoso. Y es bueno saberlo para plantar las especies más apropiadas a ellas, si bien, los vegetales se pueden acabar adaptando y creciendo en cualquiera de los tres. No obstante, para que sepas qué tipo de suelo tienes y no tengas que recurrir a pruebas de laboratorio te vamos a dar pistas para hacer un sencillo test.

Humedece el suelo, y agarra una muestra con tu mano, apriétala cerrando el puño y luego abre. Si la tierra se mantiene compacta, es un suelo arcilloso. En cambio si se desprende algún grumo o mancha la palma de la mano, será un suelo intermedio o limoso. Y por último, si queda desmenuzada, es claramente un suelo arenoso.

Enriquece el suelo

Una vez que ya sabemos qué tipo de suelo tiene nuestro jardín, lo más recomendable es enriquecerlo con abono antes de plantar. Y para eso lo mejor y más natural es recurrir a los sustratos de materia orgánica. En las tiendas especializadas encontraréis muchos abonos, pero en la gran mayoría de casos puede haber excesivos componentes minerales y frutos de la química. Por eso es recomendable recurrir a la materia orgánica, es lo más tradicional, lo mejor para tu suelo de forma inmediata e incluso lo mejor para el medio ambiente a largo plazo, ya que tal vez los sustratos químicos no sean agresivos con el suelo, pero sí que lo son con la atmósfera durante el proceso de su elaboración, cuando hacen que se emita gases perniciosos.

Desinfectar las herramientas

Para hacer esas podas, así como para otras tareas del jardín usáis herramientas, a veces pequeñas y otras grandes. De cualquier manera, a ese instrumental se pueden transferir bacterias perjudiciales desde plantas enfermas, podridas o muertas. Por eso  es recomendable, hacer un mínimo cuidado de esas herramientas. Para eso basta con limpiarlas con un trapo y eliminar residuos, para después aplicarles productos tan domésticos como el detergente, un poco de agua oxigenada o de alcohol. Así de simple.

Mantén el jardín siempre húmedo

Al principio hemos hablado de la importancia del suelo y de sus nutrientes. Pues bien, las plantas se alimentan básicamente de eso, de los rayos de sol y de agua. Por lo tanto, hay que procurar regar a menudo y que el suelo se mantenga en las condiciones idóneas de humedad. Para eso cada planta tiene sus propias necesidades, es decir, cuando os decidáis por plantar una u otra especie, informaros bien en el vivero donde adquiráis la planta. En todas las grandes ciudades los encontraréis, por ejemplo en Madrid están Viveros Rucat. De esta manera con seguir sus recomendaciones podrá lucir esplendorosa.

Dale todo tu apoyo a tus plantas

Este título no solo es una expresión poética, sino que también tiene una aplicación literal para las plantas de tu jardín. Hay especies que requieren de un apoyo para desarrollarse, es decir le tendrás que proporcionar un encañizado o algún soporte para que alcance toda su plenitud y crezca verticalmente. Esto es especialmente claro en algunas especies trepadoras, y también en muchas de las plantas de tu huerta.

Controla la exposición solar

Ya lo hemos dicho más arriba. Las plantas se alimentan de los nutrientes del suelo, del agua y de los rayos del sol. Al igual que en el vivero nos van a informar sobre sus necesidades de abono y de riego, también nos informarán sobre si les gusta tomar mucho o poco el sol, o si lo prefieren solo durante el amanecer o el atardecer. Este factor es importante, ya que difícilmente alcanzarán su máximo desarrollo si no ubicamos cada planta en su emplazamiento apropiado.

Cualquier cuidado es poco

Al igual que hemos nombrado a plantas que requieren de un entramado que les permita crecer y trepar, hay otras que puede que en algún momento necesiten de una mayor protección de los agentes climáticos, sobre todo durante su fase más joven. Es entonces cuando hay plantas que tienen que protegerse con pequeñas campanas de plástico, que impide que las rosadas y heladas les afecten, mientras que permiten la llegada de los rayos de sol, y aún multiplican sus beneficios por su acción de lupa. Obviamente pueden comprar este tipo de protectores, pero también los puedes hacer tú mismo con botellas de plástico, de manera que no gastas y además reciclas.

Un pequeño invernadero

Para acabar con estos consejos que ayuden a mantener tu jardín de un modo muy económico y sin que tenga que intervenir un profesional, nuestra última recomendación es que si dispones de espacio, te construyas un pequeño invernadero. Como su nombre indica es el mejor lugar para tus cultivos incipientes durante los meses de frío, y también podrás hacer allí tus pruebas e incluso te servirá de almacén de las herramientas. En fin, si te aficionas a la jardinería, seguro que acabarás teniendo tu pequeño invernadero.

Need help with your home project?
Get in touch!

Highlights from our magazine