Las vallas son para poner límites: precisan hasta dónde llega el jardín, son la frontera entre nuestra propiedad y la del vecino, y su función también es la de brindar seguridad y privacidad.
Pero las vallas no tienen por qué ser de estética herméticas o frías. Se pueden presentar en diversos materiales -madera, hormigón, metal, etc- que presentan una amplia gama estética, y que logran un delicado equilibrio estético con el frente de la casa o el jardín que la circunda.
También cabe saber cuál será la finalidad de la valla: ¿evitar que se escape la mascota? ¿dar un toque campestre al jardín? ¿O convertir a la casa en una vivienda inexpugnable?
Veamos diversos ejemplos de vallas que pueden adaptarse a toda clase de propiedades y jardines.