La experta en orden del hogar y también escritora Marie Kondo en su libro con título en español, La magia del orden, (The Life-Changing Magic of Tidying Up: The Japanese Art of Decluttering and Organizing), ratifica que el cambio es garantizado. La exitosa autora y consultora empresarial informa en sus cuatro libros de organización que gracias a sus ideas creativas ha podido construir una empresa abordando tema.
Marie Kondo es una profesional apasionada del orden, desde niña manifestó su deseo de mantenimiento cuando decidió ordenar la biblioteca escolar y sufrió un colapso nerviosos tratando de de elegir qué libro conservar y cuál desechar llevándola a un largo desmayo, al recobrar su conciencia Marie afirma haber escuchado la clave de su éxito siendo que no se trataba que articulo tenía que descartar, sino decidir que objeto quería conservar. Su teoría indica que se deben conservar las pertenencias que dan alegría e ilusión y suprimir el resto.
Las enseñanzas sobre el orden son útiles aplicadas a la vida diaria y deben ser transmitidas más allá del concepto de un armario en desorden.
Evitar la nociva contaminación visual que trae consigo efectos negativos en el humor, bienestar y en algunos casos en la salud humana. Las culturas asiáticas tienen la filosofía milenaria del minimalismo y el desapego a lo material, es bueno tener en cuenta algunas lecciones básicas y ponerlas en práctica al momento de organizar y decorar. Al deshacernos de artículos con baja productividad en el hogar y con poca influencia positiva en el ánimo se encamina a una sencilla forma de creación de contrastes entre objetos y espacios más fluidos.
Las habitaciones representan un espacio ideal para aplicar el método Konmarie, para iniciar se debe clasificar sus elementos. Una vez asociados los artículos en categorías es más sencillo encontrar igualdades y falencias.
Una buena idea es agrupar la ropa según el tono, es decir, hacer un circulo cromático dejando la ropa neutra en un extremo y la ropa de tonos brillantes en otro.
La popular técnica del doblado vertical la cual Marie Kondo viralizó con una serie de ilustrativos videos, señalando la idea principal de colgar prendas que tengan estas necesidades y doblar las demás enrollándolas, con la clave de poner una atrás de la otra. De esta forma las prendas quedan a la vista y su búsqueda se facilita.
Marie Kondo anuncia el respeto por los bienes materiales que facilitan las decisiones de conservarlos por sus múltiples utilidades o si es necesario entregar el mismo a una persona que le dará el uso y respeto que merece.
Las áreas sociales usualmente están más organizadas que una habitación, debido a la poca presencia de objetos personales alrededor del espacio. Aún así las áreas sociales contienen en sus paredes recuerdos y adornos, el efecto de limpieza y organización se hunde por la sobrecarga de objetos en el espacio causando contaminación visual, Marie Kondo aconseja no decorar y ordenar con sobredosis de nostalgia.
Es importante que cada objeto tenga una determinada ubicación, lo cual se facilita al suprimir elementos que no sean necesarios, dar prioridad a la utilidad y el valor emocional antes que al consumismo masivo es secreto de una organización que no satura espacios. Situar cada artículo según el cariño que se le tiene es una beneficiosa práctica que favorecerá el orden.
Suprimir elementos del clóset es el punto más complicado al momento de categorizar un espacio. Recordar que solo se deben conservar prendas que en verdad se amen y desechar elementos que no se utilicen con frecuencia, dará una perspectiva del uso de la ropa y las posibles combinaciones que se pueden lograr.
Enseñar el amor y la importancia por el orden, dando prioridades a los objetos básicos y desapego material ayudará a la formación y a la madurez emocional evitando el desapego por las cosas materiales.
Marie Kondo enseña a los niños el respeto que se debe tener por las pertenencias personales y la importancia de dar estos artículos que ya no se necesitan a personas que en verdad tendrán sentimientos de amor por ellos.