Salones: ideas de diseño y decoración

Marisa Alcore Marisa Alcore
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Aunque una vivienda esté compuesta por diferentes espacios, el salón, también conocido como la sala de estar, es indiscutiblemente el lugar de casa donde se vive. Si nos fijamos en su etimología, la palabra salón es el superlativo de sala,debido a que tradicionalmente es el espacio más grande de una casa, el corazón de una vivienda. Y aunque pertenece a la zona de día, algunos también lo emplean como zona de noche ¿quién no se ha quedado durmiendo más de una vez en el sofá con una película de fondo? Leer, comer, ver la tele, relajarse o dormir, en definitiva: vivir. Aunque, ¿no sería mejor decir convivir? Con la familia, tus compañeros de piso, invitados o mascotas, no existe un espacio más social en una casa. 

Por todo esto, el diseño de un salón debe estar enfocado a la búsqueda de la comodidad y la calidez, debe conseguir crear una atmósfera embriagadoramente acogedora, un lugar que nos refleje a nosotros mismos, en definitiva, un lugar en el que queramos y nos guste vivir. El mobiliario y su disposición, los colores, las texturas, los materiales, la iluminación: todo debe encontrarse en armonía y equilibrio. Primeramente, deberemos plantearnos con qué estilo nos identificamos más. ¿queremos un lugar de mobiliario sencillo y estética minimalista o un espacio de decoración clásica se adapta mejor a nuestros gustos? Una vez escogido el estilo, deberemos pensar en el mobiliario: ¿un gran sofá donde sentarse todos juntos o mejor pequeñas piezas? Y luego, ¿qué decoración escogemos? ¿qué iluminación es más apropiada?

Hoy hemos decidido elaborar una pequeña guía con los pasos a seguir a la hora de pensar en el diseño del salón. 

Encontrar el estilo propio

De estilo rústico, con mucha madera y motivos florales, de aire retro, con mesas rescatadas de una discoteca ochentera y sillones con estampados geométricos, o de tendencia chic-industrial como en el salón de la imagen: en cuestión de gustos no existen los límites. 

A la hora de amueblar nuestro salón podremos tomar dos posturas: la de auténticos puristas o una postura más permisiva y ecléctica. Si nos decantamos por la primera, todos nuestros muebles tendrán que estar cortados por el mismo patrón, es decir, pertenecer a un mismo estilo o tendencia: muebles de madera de caoba de diseño clásico, madera desnuda y sencillez de estilo escandinavo o un all-in al blanco minimalista. Sin embargo, quizá no nos decantemos por ningún estilo en concreto. Si es así, no nos preocupemos porque eligiendo las diferentes piezas que habitarán en el espacio, al final, sin habernos dado cuenta habremos creado un estilo único y diferente: nuestro propio estilo. Simplemente tendremos que dejarnos guiar por nuestro instinto y, bueno, también por las características del espacio. 

En búsqueda del sofá correcto

Sin duda, la pieza clave del salón es el sofá. Ver la tele cómodamente, relajarnos tras un largo día de trabajo, recostarse a leer un libro, ¿qué haríamos sin él? Por esto, la elección de esta pieza ha de ser llevada a cabo cuidadosamente. La primera cuestión a plantearnos será una cuestión de tamaño. ¿Grande o pequeño? El espacio debe responder a esta pregunta, porque puede que el sofá sea protagonista, pero no debe ser el único artista invitado. También influirá en el tamaño el número de personas que disfrutarán de él. Entonces, ¿dos plazas, tres plazas o mejor un chaise longue? Estos últimos ofrecen la ventaja de que pueden ser usados simultáneamente por varias personas en diferentes posturas: uno recostado en el brazo, mientras otros dos están sentados. 

 La segunda cuestión: el material. ¿Cuero, terciopelo o alguna textura fresca? Si somos muy estrictos con la limpieza y una mancha es capaz de sacarnos de nuestras casillas, los colores claros y materiales como el cuero no serán la mejor opción. Podremos decantarnos entonces por microfibras y colores que disimulen los pequeños accidentes en el sofá. Aunque nada como ser cuidadoso con ellos. 

Por otra parte, si no disponemos de habitación de invitados y nos encantan las visitas largas, ¿por qué no elegir un sofá cama? Evitaremos las colchonetas en el suelo y que nuestro salón se convierta en un campamento indio. 

Como último consejo en esta lista, antes de comprar un sofá: ¡nunca nos olvidemos de probarlo! Los sofás incómodos pueden convertirse en una auténtica pesadilla y con el tiempo provocar que no usemos el salón como nos gustaría. Un buen sofá es una inversión para nuestra comodidad. 

Integrar el equipo multimedia

Aunque haya gente que prefiera vivir sin ella, la mayoría de hogares cuentan con una televisión. Y desde luego, si solo hay una en casa, indudablemente estará en el salón. Su forma ha evolucionado mucho en el tiempo: desde aparatosas teles con antena hasta auténticas joyas de diseño. Eso sí, cuanto más planas, mejor. Acompañando a la tele podemos tener un auténtico sistema digno de una sala de cine. Altavoces, diferentes reproductores anexos y alguna que otra videoconsola. Y desgraciadamente, cables, muchos cables. Integrar la televisión en el salón no es difícil. Lo complicado es integrar todo el conjunto multimedia intentando que los cables no estorben en la estancia y así evitar algún que otro accidente. Existen muebles capaces de esto, y de mucho más. Simplemente tendremos que encontrar el que más se ajuste a nuestras necesidades y a nuestros bolsillos. 

El almacenamiento

Aunque no pensemos en el almacenamiento como una prioridad en el salón, no está muy lejos de serlo. ¿Dónde ponemos entonces nuestra maravillosa enciclopedia jamás consultada, ese bonito jarrón comprado en nuestro último viaje, el candelabro heredado de la abuela? Y bueno, también ocultar otros objetos como la manta, la vajilla para las ocasiones especiales, las páginas amarillas y toda la colección de películas que regalaban con el periódico el año pasado. Y después de esto, ¿quién no necesita una estantería o un mueble bajo como el de la imagen? 

Será muy importante que estas piezas cuenten con espacios expositores, donde poder lucir nuestras piezas de coleccionista, y cajones donde poder guardar las cosas que no hacen falta ser vistas. En cuanto al estilo y al material, ¿cómo es el del resto de nuestro salón? Ahí es donde tendremos que inspirarnos. 

Elegir el suelo

En cuanto al pavimento, las posibilidades también son muy amplias. La elección del pavimento estará influida por nuestro presupuesto, el mantenimiento que queramos darle y el efecto que queramos crear en nuestro salón. Si buscamos un aspecto cálido y acogedor, la madera será nuestra mejor opción. Pero, ¿qué madera? Existe una gran variedad de tipos y colores. Y aunque actualmente los pavimentos en madera vienen con tratamientos que mejoran sus características, hemos de tener en cuenta que este tipo de suelos son más sensibles que otras opciones en el mercado. 

Otra opción muy común en España es el pavimento de piedra. Aquí las opciones son infinitas, igual que los colores y acabados. Su mantenimiento es considerablemente más sencillo, pero eso sí, nos tienen que gustar los suelos fríos. Si nos decantamos por este material y tenemos la manía de andar descalzos, una alfombra puede ser un buen comodín, así como una manera de proteger el suelo. 

Por último, comentaremos los suelos cerámicos, es decir, las tradicionales baldosas. Las nuevas técnicas en la industria cerámica ha permitido que el mundo de las baldosas sea cada vez más diverso y grande. Con dibujos, imitando la madera, brillantes o mates, miles de texturas y acabados que ofrecen una ventaja: este tipo de pavimentos tienen un mantenimiento muy simple. Eso sí, la fragilidad aumenta. 

La iluminación

La iluminación es necesaria, pero también un aspecto muy importante a la hora de crear la atmósfera adecuada. Cálidas, frías, indirectas o ambientales, con focos empotrados o lámparas de pie, las posibilidades son diversas, siempre y cuando no falta una lámpara colgada en el salón. Suelen colocarse sobre una gran mesa de comedor, de manera que en un techo despejado tomen el protagonismo del cielo de la sala. La tradición nos empujará a elegir las clásicas lámparas de araña con cientos de cristales. Sin embargo, si queremos una opción modernizada de estas lámparas, no será muy difícil encontrarlas. 

Otras piezas de mobiliario

Ya hemos hablado del sofá, protagonista indiscutible, una estantería o mueble bajo y el servicio multimedia pero, ¿qué más muebles habitan en un salón? Como hemos dicho en la introducción el salón es la sala más grande de casa por lo que necesitaremos más piezas para completar su diseño. Acompañando al sofá, una butaca o un par de sillones nunca sobran. Frente a este, una mesa auxiliar nos sacará de algún apuro como dónde apoyar la bebida, dejar la revista que estamos hojeando o, el mayor vicio para algunos, apoyar los pies. Un perchero junto a la puerta evitará que los abrigos estén danzando por la sala a su libre albedrío: primero en el sofá, luego sobre la mesa, en el respaldo de una silla… De manera común, el salón también alberga otra función: la de comedor y, ¿qué necesitamos entonces? Una mesa y unas cuantas sillas. Si queremos separar ambos usos ,una estantería como la que vemos en la imagen puede crear dos ambientes diferentes en un mismo espacio sin necesidad de levantar un tabique de suelo a techo. Por último, la decoración. Cuadros, jarrones, recuerdos de algún viaje y algún que otro portarretratos: a gusto de cada uno. 

Con la decoración finaliza nuestra breve guía sobre cómo diseñar un salón. Si lo que necesitas ahora es algo de inspiración, puedes echar un vistazo a cinco diferentes salones diseñados por profesionales españoles en este otro artículo. 

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