En este libro de ideas vamos a hablar de uno de los trucos más utilizados por los diseñadores de cocinas cuando se encuentran con espacios muy pequeños. No se trata en esta oportunidad de la optimización del espacio, sino de cómo hacer para que una cocina pequeña se vea visualmente más amplia, pero inyectándole un poco de color al conjunto.
El peligro que corremos muchas veces cuando queremos decorar o diseñar recintos con un metraje muy limitado, es caer en decisiones que nos lleven a lugares comunes, despojando a nuestros espacios más chiquitos de toda personalidad e interés.
En Colombia, el uso del color siempre ha sido prioritario y el hecho de tener una cocina pequeña no debería limitarnos, ya que hay muchas formas de incorporar una paleta original y vibrante, sin sacrificar la sensación de amplitud visual.
Con esto en mente, les traemos 10 cocinas en las que se han creado combinaciones de colores realmente magistrales, llenas de alegría y que funcionan sin importar el tamaño.
Como decíamos más arriba, las cocinas pequeñas no tienen por qué ser aburridas. Para asegurarnos de darle interés a este espacio, podemos elegir una base en blanco brillante, con detalles en color ocre brillante. El resultado salta a la vista, una cocinita encantadora y muy alegre.
Los colores pasteles armonizan entre sí, así que podemos jugar con varios de ellos al mismo tiempo. En cocinas pequeñas son perfectos para salir de las paletas neutrales y para darle a los espacios un poco de colorido y romanticismo.
La madera por ser un material tan cálido, funciona de maravilla con tonos más fríos como todos los azules y los verdes. En esta cocina el revestimiento de cerámicos turquesa para las paredes hace toda la diferencia y crea un equilibrio fascinante con las diferentes tonalidades de madera.
Una forma de combinar colores es por afinidad, esto quiere decir, tomar dos o tres tonos que estén uno junto a otro en el círculo cromático y usarlos en el mismo espacio sin miedo. Como podemos ver, funciona de maravilla, siempre y cuando tengamos algún tipo de base neutral, preferiblemente blanca en cocinas pequeñas.
El rojo y gris perla son de esas duplas insólitas que se ven sensacionales. Los dos se complementan perfectamente porque son todo lo que el otro no es. El gris perla es neutral, claro y frío, el rojo es todo lo contrario.
Como en el caso anterior, es otro de esos ejemplos en los cuales los neutrales ganan muchísimo al juntarlos con tonos vibrantes y cálidos. La combinación de gris plomo con amarillo pollito no falla.
Otro caso de opuestos que se atraen. Los tonos cremosos en esta cocina aportan calidez y se equilibran con la madera oscura, mientras que el azul enfría
con esa tonalidad acuática tan especial. La combinación de ambos crea profundidad y la ilusión de más espacio.
Pocas combinaciones tienen más encanto que la que se logra entre un rosado claro, bien femenino y el gris pizarra. Funciona en cualquier instancia, desde la ropa, pasando por la decoración. En esta cocina podemos ver cómo estos dos tonos se compenetran y resaltan sus mejores cualidades recíprocamente.
Las cocinas en blanco y negro siempre resultan bien, independientemente de su tamaño. Ahora, ¿qué pasa cuando añadimos un color tan intenso como un amarillo a la mezcla? Por lo general le da una impronta retro y juguetona a esta mezcla tan elegante como seria.
Este color cereza es ideal para la cocina, ya que los colores vibrantes estimulan el apetito y nos mantienen alertas. Para atenuar su brillo, un gris claro mate, se traduce en un combo de colores contrastante fabuloso.