Las temperaturas se empiezan a poner más agradables y gustosas a medida que los días van dejando atrás el invierno. Es la primavera que nos invita a gozar más de los espacios al aire libre y a hacernos una con ella.
Quienes tienen el privilegio de habitar casas urbanas o alguna planta baja de un Ph, conocen las cualidades ilimitadas que brindan los patios porteños.
Hoy, en homify, nos dedicaremos a estos paraísos llenos de personalidad e historias. Te damos un pantallazo de algunos diseños interesantes que tal vez abran una puerta en tu mente para refrescar el tuyo.
Un patio bien argentino nunca se privaría de la presencia de una parrilla. Es más, sabe darle un sector privilegiado a esta estructura porque será la bendición de sus fines de semana con amigos y familia.
Pop Arq no solo ha diseñado el asador, además ha pensado en agregarle un área de almacenamiento de leña para estar proveídos en el futuro.
Hay materiales que saben mejor transmitir la frescura que un patio necesita a la hora de las siestas. La piedra, el ladrillo a la vista y el cemento pueden convertirse en la escenografía ideal para refrescarnos del calor.
Si a eso le sumamos el verde de una vegetación pensada para dar sombra, mucho mejor.
Nadie se resistiría a descansar y refugiarse en este edén urbano.
Otra manera de explotar todo el potencial que te puede ofrecen un patio interno, es ambientarlo con la frondosidad selvática del trópico.
Para eso, no puede faltar una fuente donde el murmullo de las aguas en movimiento nos transporta a los ríos y cascadas naturales.
Un patio interno se nutre de la luz natural que entra desde la parte superior y conserva esa temperatura característica del paso del sol por algunas horas.
Otra posibilidad es una claraboya en el techo para aprovechar la cascada de luz y lograr que las plantas crezcan sanas en un microclima potenciado.
Nada más perfecto que un patio interno situado en el medio de la vivienda y rodeado de ventanales que permiten disfrutar de su vista desde todas las habitaciones.
La decoración puede atribuirse un aire oriental de jardín zen que saca lo mejor de la piedra y de los arbustos pequeños y bajos.
No importa el tamaño del patio interior cuando lo que se privilegia es un espacio para refrescarse y olvidarse del calor.
Una piscina central nos indica que todo está pensado en aprovechar los elixires del agua para relajarse y sentirse de vacaciones todo el año.